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martes, 28 de enero de 2014

EL IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN ARGENTINA




Los expertos meteorólogos describieron la ola de calor que azotó con especial intensidad Buenos Aires, sus alrededores y la ciudad de Rosario, durante los últimos días del 2013 como un “record histórico”. Con temperaturas que subieron de los 40 grados, la región sufrió un clima más parecido al de los países tropicales que al verano austral, propio de estas latitudes.



Por otro lado, los regímenes de precipitaciones también experimentaros importantes alteraciones. Por ejemplo, en abril del pasado año, se registraron episodios de más de 400 milímetros de lluvia acumulados en cuatro horas, que provocaron graves riadas e inundaciones que dejaron a su paso decenas de muertos en La Plata, al sur de la capital argentina y cientos de heridos.

¿Pero tiene esto algo que ver con el cambio climático?

Entre los años 1960 y 2000, la precipitación media anual de la región metropolitana de Buenos Aires se incrementó un 30%. “Más de una lluvia mayor a 100 milímetros en dos años se considera extremo para la zona”, asegura Vicente Barros, investigador de la Universidad de Buenos Aires y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y representante argentino en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Según Barros, la repetición de estos episodios es un claro indicador de que se está dando una transformación en el clima. Sin embargo, otros expertos defienden que es muy difícil relacionar una catástrofe específica con el cambio climático.

"Sí se sabe que el aumento de la temperatura produce un aumento en la temperatura del agua y eso genera más energía. Entonces, lo que sí puede provocar el cambio climático es un aumento de la frecuencia y virulencia de estos fenómenos naturales", explica el especialista en manejo de riesgo de desastres del Banco Mundial Niels B. Holm-Nielsen, quien coincide con la tesis de Barros.

Cuatro grados más de temperatura

El informe del Banco Mundial, "Bajemos la temperatura" advierte que, si se produjera un aumento de 4 °C para el año 2100, América Latina sería una de las áreas más damnificadas. La región podría sufrir incrementos en los niveles del mar que pondrían en peligro numerosas ciudades costeras, tormentas y huracanes más frecuentes, así como graves sequías.

Según el Barros, el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) causado por las actividades humanas es lo que ha provocado esta situación. La teoría es la siguiente: "A mayor cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), más temperatura en la atmósfera, por ende, más humedad y más precipitaciones, lo que en definitiva lleva a mayores demandas de consumo de energía", explica el experto argentino.

Para un mejor diagnóstico de la situación, una de las acciones en las que se embarcó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina con respaldo del Banco Mundial es la elaboración de un inventario nacional de GEI y la realización de estudios sobre el potencial de mitigación en los principales sectores económicos y emisores de GEI del país. Estas iniciativas responden al compromiso asumido por Argentina con la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

Por otra parte, Barros recomienda mejorar las infraestructuras y promover una producción más respetuosa con el medio ambiente, invertir en sistemas de alerta a nivel local e instruir a la población para saber qué hacer ante episodios de olas de calor o lluvias torrenciales.

Fuente: elpais.com

2 comentarios:

  1. Las consecuencias del cambio climático se dejan ver. Además de luchar contra ello, debemos comenzar a implantar medidas de adaptación que nos permitan convivir con este tipo de fenómenos, que permanecerán produciéndose.

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  2. Completamente de acuerdo María. El cambio climático es algo ya inminente, por lo que las medidas paliativas deben empezar a ser efectivas y coherentes con los objetivos propuestos en normativa europea. El cambio de modelos de producción y de satisfacciones energéticas tendría que estar en las agendas políticas desde hace mucho tiempo.

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